Llevo su esencia tatuada dentro de mi piel. Con tinta indeleble dejó parte de su ayer por todos los rincones inesperados. Sentía el tiempo correr en cada latido de desaliento, dejando entrever el aspecto de su propia alma .El frío y oscuro manto de la noche arropó nuestro silencio hasta hacerlo único .Esas nubes contemplaron al ser más pequeño hacerse grande por segundos. Ese árbol añejo donde se juraron los sueños de una noche sigue allí , intacto ,perplejo y atónito por la danza de la luna al querer tocar sus ramas , iluminando todo cuanto se dejaba encontrar .Temía despertar y ser desvelada . Aquel árbol cautivador ,con silueta de bailarina y sosegados brazos, era capaz de apaciguar a la criatura más inquieta y la hasta hacerla suya solo con desprender ese perfume incesante .La luna contempladora muda de aspecto cambiante , no desea errar en su acción y finalmente, decide que ya estaba bien entrada la hora para marcharse y dejar todo lo que la envolvió atrás. Pero prometió recordarse que una vez el tiempo se fue desvaneciendo mientras ella tocaba la realidad más abstracta, jamás conocida, en el mundo de su sueño.

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